Sin duda no es una de las mejores canciones de Morrissey, pero la letra es bastante curiosa para venir de alguien cuyo discurso habitual es "soy un miserable y nadie me quiere" o "vaya carroña de mundo en el que vivimos". Pero eso, va por vosotros, y por vosotras: ya sabéis de sobra quiénes sois. Que prestáronme mucho estas dos semanas en Asturias y que ahora nada, a rajar por correo electrónico y MSN. Se batió el récord Guinness, conocí a mi siostra, reunimos al póquer (¿se puede decir póquer en el blog de una ajedrecista medio catalana?) de Llanezas, contemplamos la decadencia de Gascona, seguimos a la selección española de baloncesto y a la china del resto de deportes (Aitor!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Ponte buenín pronto y cumple tus promesas) y rajamos y desvariamos por doquier.
Pese a los intentos de que me quedara, aproveché la confusión general del post-miércoles para coger el avión de vuelta y ponerme a salvo en BCN:
Artus: Pues yo no sé qué es más peligroso, si coger un avión o ir al Torán.
Patty: Yo sí lo sé, por eso esta noche cojo un avión.
Ayer por la tarde me pasé por el torneo de Sants y en el fondo fue un poco como en Asturias: saludar a gente, contar batallitas, rajar... pero estos son más inofensivos, porque no hubo un "vamos a tomar algo", así que cuando acabó la ronda me llevé al sufrido comentarista (que va a acabar el torneo y todo) a cenar, conocimos al friki de la línea 3 del metro y a casa, que corren rumores de que esta tarde aparecerá El Gran Lladini por Cotxeres.
Y en fin, eran clarísimas que algo así iba a pasar, pero al final entre las 600 personas más o menos que había por allí solamente 5 me preguntaron si estaba jugando (no está mal para ser la ronda 8) y unas 20 que por qué no jugaba. Bueno, y uno preguntó que cómo no me había pasado por allí más días. Así me gusta, que no chafardeéis tanto a ver qué hago con mi vida y que leáis otras cosas. Yo he aprovechado el viaje para traerme algún libro que tenía en Oviedo porque dentro de un mes arranca de nuevo la temporada de ir en metro a diario.
Pese a los intentos de que me quedara, aproveché la confusión general del post-miércoles para coger el avión de vuelta y ponerme a salvo en BCN:
Artus: Pues yo no sé qué es más peligroso, si coger un avión o ir al Torán.
Patty: Yo sí lo sé, por eso esta noche cojo un avión.
Ayer por la tarde me pasé por el torneo de Sants y en el fondo fue un poco como en Asturias: saludar a gente, contar batallitas, rajar... pero estos son más inofensivos, porque no hubo un "vamos a tomar algo", así que cuando acabó la ronda me llevé al sufrido comentarista (que va a acabar el torneo y todo) a cenar, conocimos al friki de la línea 3 del metro y a casa, que corren rumores de que esta tarde aparecerá El Gran Lladini por Cotxeres.
Y en fin, eran clarísimas que algo así iba a pasar, pero al final entre las 600 personas más o menos que había por allí solamente 5 me preguntaron si estaba jugando (no está mal para ser la ronda 8) y unas 20 que por qué no jugaba. Bueno, y uno preguntó que cómo no me había pasado por allí más días. Así me gusta, que no chafardeéis tanto a ver qué hago con mi vida y que leáis otras cosas. Yo he aprovechado el viaje para traerme algún libro que tenía en Oviedo porque dentro de un mes arranca de nuevo la temporada de ir en metro a diario.