La OMS, o “the WHO”, ha publicado esta semana un informe donde se dejaba caer que los teléfonos móviles podían ser cancerígenos. La verdad es que tampoco decían mucho (era básicamente un “a lo mejor sí que puede ser que sean malos, pero no tenemos ni idea de si es cierto”), pero hubo titulares para todos los gustos, dependiendo de las ganas de alarmar al personal que tuviera cada medio.
Con la de porquerías que comemos y respiramos a diario, como mucho las radiaciones que emiten los móviles podrán ser un factor más y su impacto debe ser imposible de medir de forma aislada. Pero en fin, todo sea por mantener entretenida a la gente ahora que se ha acabado la liga de fútbol.
Ajenos a las recomendaciones de los expertos de la IARC, algunos ajedreceros continúan siendo incapaces de vivir sin sus móviles. En Catalunya tenemos a la federación alentando su uso en el por equipos, en Francia a los fans de la selección enviando análisis al capitán durante la ronda, y ahora en Alemania han pillado a un jugador mirando su partida en juego con un módulo.
El caso alemán es cutre y de lo más curioso. Tenemos a un MF de 23 años, estudiante de Derecho (aquí alguno dirá que “siempre son los mismos”, que “abogado y ajedrecero tenía que ser”…), que logra norma de MI ya en la penúltima ronda y en la última anda desaparecido de la sala hasta cuando ya le han movido hace rato. Tras una historia que podéis leer en inglés aquí (resumen: árbitro y jugador buscan al rival, el rival enseña el contenido de sus bolsillos y el móvil muestra una posición de la partida), al tramposo confeso le cae rosco, eliminación del torneo, retirada de la norma y lo que diga la federación en materia de sanciones.
Al margen de que el método era muy poco elaborado y el tipo actuaba solo, hay algunas cuestiones que me llaman la atención. Por un lado, asumo que no era la primera partida en que lo hacía, porque no tiene sentido hacer trampas solamente en la última ronda en el torneo de tu vida y arriesgarte a que te caiga el paquete máximo, pero hasta entonces parece ser que nadie sospechaba nada de él. Es decir, que podía haberse ido con su norma sin que nadie dijera nada. Pero por otra parte, también me resulta difícil de creer que Siebrecht fuera el primer rival en extrañarse de sus ausencias (aunque con sus 2,02m es el que tiene mejor visibilidad de la sala xD), así que puede ser que fuera la única partida con conducta extraña. En fin, ya ha salido uno diciendo que no es la primera vez que Natsidis, cuyo nombre recuerda maliciosamente a Naiditsch, monta alguna, así que igual salen más noticias. En el blog de Jan Gustafsson hay bastantes comentarios sobre el tema, ahora me pondré a leerlos a ver cuánto entiendo
Entre tanto, Feller figura en la lista de clasificados para la Copa del Mundo, en Benidorm ya han anunciado su festival de este año y solo 188 personas, de los miles de ajedrecistas que pululan por CaraLibro (que me consta que los hay porque cada día me llegan solicitudes de amistad de varios), se han unido al grupo creado por Artur Kogan. Debe ser que en realidad no pasa nada…
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