19 de juliol 2010

Pinceladas del torneo de Paracin

Aprovechando que Alf está durmiendo una siesta detrás de otra “agotado por las delicias del sol ateniense”, voy a actualizar esto que está muy mustio. Lectores y lectoras, llega la taaaaan esperada entrada sobre el torneo de Paracin.

En la primera ronda hice la que hace a veces Marcos. Me tocó un abuelo que empezó a hablarme antes de la partida, pese a que yo le expliqué en correctísimo inglés y no menos correcto serbio que no entendía ni hablaba serbio. Era el típico abuelo simpático, cada día charlaba con toda la fila antes de empezar y cada ronda iba a verme y me seguía soltando parrafadas en serbio de las cuales yo entendía una de cada 50 palabras aproximadamente. Por supuesto, Abuelovic contra mí hizo la partida de su vida (claro que contra mí es fácil que la gente haga la partida de su vida xD), no fui capaz de ganarle y acabó con 2,5 de 9… gracias a su 1,5 de 2 en las últimas!!!!

En la ronda 2 me tocó un ruso sin elo FIDE. Yo pensaba que no existía gente así, peeeeero… Por cierto, el tipo era para verlo. Igual que hace años en Estella la peña al ver al Pájaro pensaba que era GM o MI, lo mismo nosotros pensamos que la pareja de rusos a los que bautizamos como Frikenko y Rarenko eran los números 1 y 2 del torneo. Tras 8 días con ellos aún no sé cuál me parecía más llamativo: a veces uno destacaba sobre el otro, pero luego el otro tenía algo… No sé, empate neto.

En la ronda 3 me tocaba el jefazo absoluto, el tipo que ya habíamos visto en el bus oficial Belgrado-Paracin que era quien realmente cortaba el bacalao. Una pena que esa ronda hiciéramos el “no llegamos”, me quedé sin darle la mano dos veces:(

Probablemente el espíritu de algo me castigó por el “no llegamos” y no tuve más rivales destacados. Bueno, uno al que llamábamos “caracabrón” porque realmente de eso tenía la cara, pero que era simpático. A ese el jefazo le hizo la de “cuando son tablas, no hay más que tablas, y son claríshimas”.

Había uno que se llamaba Ganao y jugaba a tablas, otro que parecía primo de Lalic y se ponía la cazadora en la sala mientras los otros 120 participantes se quejaban de calor, otro grandote calvorotas barbudo que yo estaba convencida de que no jugaba el torneo hasta que el último día le tocó a dos mesas de mí (e incluso salió en la clausura a recoger premio de algo), un tiki-tiki risitas al que le dieron un regalo porque era el primer participante asiático de la historia del torneo, otros dos que la noche antes de jugar juntos en la última ronda se fueron juntos a tomar un algo, al día siguiente hicieron tablas en 20 (nota: las bases del torneo prohibían acordar tablas antes de la 20) y luego los adelantó todo el mundo por pringaos…

Nos hicimos colegas de un montenegrino que al final ganó premio por su tramo en una tremendisísima y superemocionante partida en la última ronda contra un suecoserbio con bandera sueca, cara de sueco, nombre de serbio y que cuando no estaba jugando estaba con el portátil en recepción. Nuestro amigo Goran reservó mesa en una terraza para ver el España-Holanda con nosotros y nos habló de un torneo en su ciudad, Bar. Con ese nombre debe ser un sitio encantador:-)

Por último, había dos frikis españoles. El tío estaba siempre con los cordones desatados y bebiendo coca-colas y hacía tablas cada día. La tía se metía cafeses en las partidas y pivos el resto del día y no ganaba nunca, llegando a jugar en la sala poza en la octava ronda (y solo en esa ronda ¡porque no hubo décima!).

Os dejo con tres curiosidades:

1. El día del orgullo español (vamos, el 11 de julio) lo dejaron libre para montar un torneo de semirrápidas, a 15 minutos por jugador. Varios jugadores llevaban el reloj de casa. En una ronda vi cómo en una mesa no podían empezar porque no tenían reloj… ¡y tres mesas más allá, en la misma fila, un tío jugaba con su reloj en la mano porque en su tablero ya había! A los “sinre” les acabo llevando uno el árbitro.

2. En el abierto había tolerancia cero con las incomparecencias. Bueno, tolerancia cero coma, “excepto que el árbitro principal decida otra cosa”. En realidad, si el que había llegado a la hora quería jugar, pues se jugaba. En la práctica, vimos algún caso de “el de más elo llega tarde, se ponen a jugar y hacen tablas enseguida”. Lo gracioso eran los guays que se levantaban de la mesa casi al límite y el organizador les miraba con cara de “pero ¿a dónde vaaaaas?” y los enviaba de vuelta a su sitio xD

3. Otro punto de las bases prohibía acordar empates antes de la jugada 20. Para lo único que sirvió fue para que, curiosamente, varios, pero unos cuantos, empates se firmaran justo en la 20. O ni eso, porque el día que jugué en la sala poza los de al lado firmaron en la 8, cosa que aprovechamos mi rival y yo para gumiarles el reloj porque había un problema con el nuestro (vale, sí, me lo había cargado yo).

Me ha quedado largo, pero el torneo realmente dio mucho de sí. Ah, y Alf se ha despertado parece que definitivamente.

4 comentaris:

Ferran ha dit...

Me ha encantado tu crónica, parece que os lo pasasteis muy bien. Ese tipo de torneo parece que es como ir a uno de fiesta mayor de pueblo, no organizado por ningún club, donde en una mañana puedes correr todo tipo de aventuras organizativas y logísticas, además de encontrarte con especímenes que se creían extinguidos en el siglo XIX.

No os preocupéis que pronto volveréis a estar por aquí, pronto volveréis a la (a)"normalidad".

alf ha dit...

No q va Ferran si el torneo estaba organizado a la perfeccion.El organizador es un pedazo de crack q se pasaba todo el dia currando, el tio hablaba muy bien el ingles y por como arreglo un problema con un ucraniano diria q el ruso tb se le daba muy bien.
La organizacion ponia un bus de Belgrado a Paracin para q fuesen los jugadores.

En mi opinion un torneo bastante bueno y q vale la pena.Como dato curioso decir q comer en Paracin nunca nos costo mas de 10 euros para 2 personas. El unico problema del torneo fue el excesivo calor en la sala de juego.

Ferran ha dit...

Lo de la organización iba por los entrañables torneos de pueblo, aunque los frikis sí que son comunes. Aunque los frikis de torneos de pueblo no suelen tener demasiado nivel.

¡Suerte en Grecia!

Dani ha dit...

Molan estas crónicas, está claro que una de las grandezas de este deporte es la de frikis que acabas conociendo a lo largo de tu carrera, de todas formas, se ha de reconocer que has tenido torneos mejores en ese aspecto.