Listadas en cualquier orden. Concretamente, apunté las ideas según se me ocurrían y luego sorteé el orden.
En Barcelona hay metro. Es una chorrada, pero es el mejor medio de transporte del mundoooooooo. En unos minutos te desplazas a cualquier parte de la ciudad mientras haces algo útil como leer o escuchar ruso, y aunque la gente no se lo crea pasa uno cada… ¿2, 3 minutos? Y todo esto bajo tierra, sin ruido de obras o coches, sin humo, sin lluvia…
Puedes salir de noche y no oír “música” pachanga en todas partes. De hecho hasta puedes oír a Morrissey por ahí. La música de los bares de Oviedo, salvo honrosas excepciones, me pone enferma.
Por todas partes hay gente hablando en varias lenguas. Lo sé, soy una friki, jajaja, pero me encanta. La variedad lingüística es la mayor riqueza de esta humanidad cada vez más deshumanizada.
Buenas comunicaciones en el interior y con el exterior. En ese sentido Asturias es MUY pobre. Desde aquí puedo ir fácilmente a donde quiera, no hay color.
Siempre hay caras nuevas. En Oviedo es prácticamente imposible ir a dar una vuelta y no encontrarte a alguien conocido. Esto se nota especialmente en el entorno ajedrecero. No ves a los mismos en todos los torneos, no juegas siempre con la misma gente. Últimamente, ¡¡¡¡ni siquiera juego contra Muñoz!!!!
En general, hay más cosas que ver y que hacer. De hecho hay mucho, demasiado, y da pereza. Hay un montón de sitios “imprescindibles” en Barcelona que aún no he visitado, aparte de la iglesia esa inacabada y rodeada de andamios y grúas que hay cerca del Foment. Pero ya, sin hablar de museos, exposiciones, conciertos, conferencias o eventos de cualquier tipo, simplemente hay bibliotecas bien surtidas por todas partes.
La posibilidad de ir a Badalona a ver a la Penya en directo en ese pedazo de Palau Olímpic. Hubiera molado más en la época dorada, claro, pero igualmente siempre es un placer pasar unas horas de inmersión verdinegra.
Pese a la mala prensa (sobre todo la prensa situada a la derecha de la derecha juasjuas) los catalanes y las catalanas son majos y majas. En serio. Evidentemente hay gente que mola y gente que no en todas partes, pero si tengo que generalizar, diría que en general le dan mil vueltas al estándar de población ovetense burguesa y provinciana. Más receptividad, más tolerancia, más… ¿se puede decir talante o ya caducó?
Otra ventaja de vivir aquí es lo que te ríes cuando la gente de fuera te explica cómo se vive en Catalunya. ¡¡¡No tiene precio!!!
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