Si llevo días sin pasar por aquí no es porque no se me ocurran cosas sino que sigo liada. Además esta semana Alf tenía el ordenador estropeado así que usaba el mío. Pero ya he visto a Sylar y a Dexter, he terminado La Catedral del Mar, me he librado definitivamente de jugar cualquier cerrado del Foment y hoy está cayendo una tromba de agua en BCN. Vamos, que está todo en orden:-)
El sábado pasado fui una de las privilegiadas que logró ver en directo a ...a little boy lost dentro de su gira por Barcelona. Zú, muy zú. No era el mejor sonido del mundo, no por ellos sino por alguna cuestión del local, o del técnico o lo que fuera, porque los que tocaron después tenían el mismo problema (y más problemas, pero Alf y yo huimos).
Quería decir algo del Mundial de Edades que acabó el domingo pasado. Tremendo Iván, subcampeón, hasta hizo madrugar a Marcos para seguir su actuación. No quedó más arriba porque en la última no le pusieron a Alekseev jaja. Pero de todas formas el tipo que dio más que hablar en el Mundial de Edades fue un pollo que ni siquiera fue. El mandamás de deportes de Israel escribió una carta quejándose de que una guaja israelí había quedado campeona de algo y en la clausura no había sonado el himno de Israel. Parece ser que este año según iban dando medallas no ponían los himnos nacionales de los países de los campeones, y este señor se ha indignado porque le ha parecido una falta de respeto tremenda y blablabla. Solo le ha faltado añadir, al estilo felino, que era todo una conspiración de la FIDE porque los encargados de la música trabajan para la Universidad de Oviedo.
Yo debe ser que, como tengo "el espíritu patriótico poco arraigado", paso bastante de esas cosas de himnos, banderas de las que no se cantan, animar españoles por el hecho de serlo (Iván me cae bien, pero de 7 españoles que había ahí, a la mitad ni los conozco, y cambiando de deporte no me hagáis hablar de Fernando Alonso...) y todo eso. Personalmente, si un día tropezara y ganara algo, prefiero que me pongan una canción de los Smiths que el chanschanschanschans del himno nacional. Además, las ceremonias de clausura ya son bastante coñazo sin falta de que las alarguen artificialmente con exaltaciones de valores nacionales. Lo que me parece gracioso es que los defensores de que suenen los himnos pidan que no se mezcle la política con el ajedrez. No acabo de entender ese argumento.
Otras cosas que no entiendo... Ayer arrancó una nueva edición del festival de gambusinos en una conocida localidad del Levante español. Como siempre, impresionante nómina, que podría explicar en parte que este fin de semana se jugaran unas semirrápidas duríshimas en Albox y no hubiera ni un solo jugador entre 2125 y 2314 FIDE. Solo diré dos palabras: Los Nikis.
Quedan 39 días!!!!!!!
El sábado pasado fui una de las privilegiadas que logró ver en directo a ...a little boy lost dentro de su gira por Barcelona. Zú, muy zú. No era el mejor sonido del mundo, no por ellos sino por alguna cuestión del local, o del técnico o lo que fuera, porque los que tocaron después tenían el mismo problema (y más problemas, pero Alf y yo huimos).
Quería decir algo del Mundial de Edades que acabó el domingo pasado. Tremendo Iván, subcampeón, hasta hizo madrugar a Marcos para seguir su actuación. No quedó más arriba porque en la última no le pusieron a Alekseev jaja. Pero de todas formas el tipo que dio más que hablar en el Mundial de Edades fue un pollo que ni siquiera fue. El mandamás de deportes de Israel escribió una carta quejándose de que una guaja israelí había quedado campeona de algo y en la clausura no había sonado el himno de Israel. Parece ser que este año según iban dando medallas no ponían los himnos nacionales de los países de los campeones, y este señor se ha indignado porque le ha parecido una falta de respeto tremenda y blablabla. Solo le ha faltado añadir, al estilo felino, que era todo una conspiración de la FIDE porque los encargados de la música trabajan para la Universidad de Oviedo.
Yo debe ser que, como tengo "el espíritu patriótico poco arraigado", paso bastante de esas cosas de himnos, banderas de las que no se cantan, animar españoles por el hecho de serlo (Iván me cae bien, pero de 7 españoles que había ahí, a la mitad ni los conozco, y cambiando de deporte no me hagáis hablar de Fernando Alonso...) y todo eso. Personalmente, si un día tropezara y ganara algo, prefiero que me pongan una canción de los Smiths que el chanschanschanschans del himno nacional. Además, las ceremonias de clausura ya son bastante coñazo sin falta de que las alarguen artificialmente con exaltaciones de valores nacionales. Lo que me parece gracioso es que los defensores de que suenen los himnos pidan que no se mezcle la política con el ajedrez. No acabo de entender ese argumento.
Otras cosas que no entiendo... Ayer arrancó una nueva edición del festival de gambusinos en una conocida localidad del Levante español. Como siempre, impresionante nómina, que podría explicar en parte que este fin de semana se jugaran unas semirrápidas duríshimas en Albox y no hubiera ni un solo jugador entre 2125 y 2314 FIDE. Solo diré dos palabras: Los Nikis.
Quedan 39 días!!!!!!!
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