19 de febrer 2009

Papelotes por aquí, papelotes por allá

A lo largo de tu vida vas acumulando papeles que dicen quién eres y qué sabes hacer. Desde la partida de nacimiento hasta el certificado de defunción (aunque este último no te lo dan a ti), los señores de la administración van creando documentos en los que sale tu nombre con un número al lado y diversos datos de interés.

Cuando me fui de Oviedo me llevé algunos de esos. Tenía un DNI que me declaraba ovetense de la cabeza a los pies, un expediente académico donde constaban curiosidades como un curso de catalán en Oviedo y unas prácticas de voleibol (deporte que me ralla soberanamente y al que por supuesto solo he jugado en el instituto cuando no había ninguna otra opción), un carnet de investigadora expedido por el MEC... Al llegar a Cerdanyola, dos de las primeras cosas que hice fueron agenciarme un carnet de biblioteca para la provincia de BCN y una tarjeta sanitaria de residente. El primero lo uso continuamente, el otro era solo una de esas cosas que tienes "por si acaso".

Ahora he añadido a la colección un DNI que refleja mi condición de exiliada, otro papelote donde el Estado dice "sabemos donde vives", otro expediente académico con otras peculiaridades y escrito en "raro";-), dos títulos universitarios refrendados por ese señor campechano amigo de Bárbara Rey, hojas donde pone que he trabajado y que aún no me han echado, un contrato que me ata por 5 años a un piso donde puedo tener a mi mascota de Melmac xD y varias cosas que no recuerdo o que no sé ni dónde guardo.

Además he ido coleccionando carnets curiosos como uno de participante en un torneo por equipos en Logroño, que servía para conseguir descuentos en cacharros xD; otro para consultar libros del año de la polca en la British Library; tarjetas de puntos de compañías aeréas para conseguir vuelos gratis; licencias federativas con el tamaño adecuado para meterlas en la ranura esa de las habitaciones de hotel para tener luz, carnets universitarios con los que entro gratis o con descuento en sitios porque los taquilleros no se fijan nunca... Ah, y mi diploma en "Estrategias y Técnicas para una Cooperación Multilingüe Eficaz":-)

Hay otros papeles que tiene la gente normal pero por una razón u otra yo no. Un clásico es el carnet de conducir, otro de esos documentos "por si acaso". Afortunadamente para los peatones de todo el mundo, ni tengo ese carnet ni la menor intención de obtenerlo. Nunca me gastaría en un coche la pasta que cuesta un coche, si tuviera uno no me dejaría conducirlo, así que no sé por qué alguien debería dejarme el suyo, y cuando conduces no puedes leer ni comer como en otros medios de transporte así que vaya rollo. Entiendo que en según qué situación sea necesario, pero a mí no me hace falta y eso que me ahorro en tiempo y dinero.

Razones similares me llevan a no tener otro documento inútil pero muy extendido por ahí: el certificado de matrimonio. No parece que me vayan a aplicar ninguna llei d'estrangeria y Alf no es un multimillonario al que desplumar aprovechando las bondades de la legislación vigente, así que...

Hay un par de documentos que de vez en cuando se me ocurre sacarme y por diversas razones la cosa se queda en nada. Uno es algún certificat de català. No es que me haga falta (aunque a algunos lectores les resultará difícil de creer, los Mossos no van por la calle parando aleatoriamente a gente para pedirles que acrediten nivel de catalán so pena de meterlos en un furgón con rumbo desconocido) pero creo que estaría bien. Por tenerlo, "porque mola", por curiosidad... Pero luego nunca tengo horas para apuntarme a un curso ni tiempo o ganas para prepararlo por mi cuenta.

El otro es el título de Àrbitre Català. Hace años dije que no me sacaría un título de árbitro nunca, porque al fin y al cabo me interesa jugar y no arbitrar, pero ya que siempre ando pululando por los torneos del Foment, igual un día no viene mal que lo tenga, no vaya a ser que el árbitro designado no aparezca (esas cosas que pasan...). Desgraciadamente, la FCE parece empeñada en que cumpla mi vieja promesa de no ser árbitra, porque la única vez que me apunté a un examen lo cancelaron a falta de dos días, y no hay manera de que hagan otro en BCN-ciudad o BCN-comarques:(

3 comentaris:

Anònim ha dit...

Jajajajaja. Tu mascota de Melmac. Jajajajaja. Quizás te falte un papel que te vincule de otra forma a tu 'mascota'.

Saludos,
Antonio

Anònim ha dit...

Dels dos carnets que dius que et fan gràcia, tinc un que posa 'ARBITRE CATALA' i si vols que et sigui sincer, tant sols l'he fet servir per contribuïr a les despeses federatives; doncs costa diners renovar la llicència cada any, i suposo que hores d'ara estaré en una situació d'inactivitat o quelcom aixi. Del carnet de conduïr, també contribueixo a les despeses de l'Estat, pagant cada any el que demanen per poder conduïr en situació LEGAL. Però com a mínim, sí que utilitzo aquest carnet; doncs porto habitualment el cotxe.
El títol de matrimoni, doncs que vols que et digui, MOLA. Encara que aqui hi ha per a tots els gustos.
Comparteixo el que dius que els papers diuen qui ets i el que has fet en la vida; a mi el paper que m'haguès fet gràcia tenir és el de LLICENCIAT en ADE o Dret. Però com a mínim, tinc d'altres de master que em consolen una mica.
Josep María

Unknown ha dit...

Bueno, Antonio, eso del papel es de doble filo, porque con el peligro que tiene mi "mascota" podría irme bien no tener ningún vínculo oficial para decir "eh que yo no conozco de nada a este tío". De hecho voy a probar a librarme así de los madrugones matinales...

Josep Maria, ja suposo que ser Àrbitre Català no serveix per a gran cosa, és només perque hi hagi algún àrbitre al club. I el cotxe són diners i més diners amb la benzina, el carnet, els impostos... (ja sóc catalana, només penso en diners xDDDDDD) El títol de matrimoni mola? No m'ho crec, no m'ho crec...