24 de juliol 2006

Living Asturias

Vamos a actualizar un poco esto, más que nada para los catalanes, porque ahora a la gente de Asturias la veo y saben lo que hago pero cada vez me leen más desde BCN...

Llevo casi una semana en Asturias y mi ritmo de vida es de lo más tranquilo. Intento, y milagrosamente consigo, no levantarme tarde, vegeto más o menos por la mañana (viendo la retransmisión del sub16 cuando la hay, por ejemplo; otra es zappear entre los treintaypico canales de TV que hay aquí y comprobar que en ninguno echan algo que merezca la pena) y por las tardes voy a dar una vuelta. Si Oviedo ya mola en invierno, en verano no veas, es la alegría de la huerta. Vamos, que ayer y anteayer emigré a Gijón a tomar algo y hoy estaba pensando tomar el mismo camino.

Sin embargo a última hora he decidido quedarme en casa esta tarde. La razón es que no me apetece mucho ir a ningún lado. Me ha llamado la Sara desde Cerdanyola y parece ser que tenemos que dejar la casa. Nos quedan un par de meses y esas cosas, pero hay que ir pensando en encontrar sitio. Y luego contrato nuevo, y la mudanza y todas esas milongas. Vamos, que de la noche a la mañana nos han armado una buena putada. (¿Se puede escribir "putada" a estas horas?).

Y mientras tanto seguiré aquí visitando a familiares, amigos y conocidos. Marcos llega mañana por la tarde y a Víctor no lo tendremos aquí hasta el día 3. Joao me estaba enseñando ahora una novedad suya en la Najdorf, hemos estado analizando todo tipo de ridiculeces hasta la 30, cada línea era más delirante que la anterior... Aún no he probado la sidra, pero me han hablado de un tonel de 25 litros que reclama mi visita... y a un tonel de sidra no es fácil decirle que no.