Un año más, y van ocho,
el pequeño pueblo de Vilobí d'Onyar ha celebrado su torneo por equipos. En el caso del Foment Martinenc, es una cita
imprescindible en el calendario y ya nos pueden apuntar para el año
que viene. ¡No en vano tenemos al jugador que ha participado en más
ediciones!
La oferta consiste en
pasar el día con tus compañeros de club jugando partidas
semirrápidas (15' + 3”) contra rivales de todo tipo, incluso
aspirando a premios económicos o en especie, en un ambiente
excelente donde se mantiene la cifra de cero incidentes/reclamaciones
y con un equipo organizador cuyo interés es dar a conocer su pueblo
y que los participantes estén a gusto. En esta ocasión se reunieron
dieciocho equipos, una cifra que me sigue pareciendo bajísima para
un evento tan interesante.
La competición constó
de un suizo a seis rondas y posteriormente dos eliminatorias para
decidir todos los puestos. Los equipos favoritos sobre el papel eran
el Sant Josep A y la Sociedad Coral Colon de Sabadell. Los de
Badalona presentaban al GM Fernando Peralta y los MIs Joan Fluvià,
Marcelo Panelo y Ramon José, con Josep Ortiz de reserva; los
vallesanos, a los GMs Jordi Magem y Àlvar Alonso, el MI José M.
Hernando y el joven y fuerte MF Enrique Colon. Ambas escuadras
dominaron el suizo y se disputaron la final, donde la victoria fue
para el Sant Josep, que casi tenía el factor campo a favor porque
movilizó a quince jugadores para formar tres equipos. El Santa Eugenia, un equipo joven y muy peligroso a estos ritmos, se llevó un
meritorio tercer puesto y dejó muy alto el pabellón del ajedrez de
Girona.
El Foment este año no llevaba un equipo demasiado fuerte. Básicamente, yo iba de dos, así que imaginad... El A éramos Alf, Patty, Oriol Masip y Josep Lluis Lliberia; el B, Toni Jerez, Josep Roca, Enric Petit y Pau Pascual. Echamos de menos a nuestro "jugador local" Carlos Castillo :-( Este año el B no tuvo opciones de superar al A, se mantuvo por la parte media-baja y finalizó en el puesto 13. El primer equipo hizo la peor en el suizo, es decir, perder la última, y se impuso con brillantez en las eliminatorias para alzarse con la novena posición. De nuevo "campeones del descenso".
El torneo sirvió además
de escaparate de Vilobí d'Onyar (donde hay algo más que un
aeropuerto), su oferta gastronómica y los productos de la tierra.
Bares, restaurantes, tiendas... son muchas las entidades del pueblo
que colaboran con el club organizador. Cada vez que veo esto me
pregunto si en Barcelona no sabemos, no queremos o no podemos
trabajar así.
Lo mejor: un monitor
animando a sus alumnos a “jugar contra los maestros”, un
federativo con “mono” de jugar y la pujante escuela de ajedrez de
Vilobí.
Lo peor: no sé si es
falta de información o pereza, pero muchos clubes tradicionalmente
activos y habituales en este tipo de saraos no se animan a formar
equipo para este torneo. La cara opuesta de la moneda es el Sant
Josep, que se lo tomó como un día de club y llevó todo un ejército
uniformado :-)